La ballesta tiene una historia muy antigua. Es cierto, sin embargo, que sólo se desarrolló después de la invención del arco, con el fin de aumentar la potencia y el giro de la flechas, de esta forma se podían atravesar las armaduras de los caballeros con más facilidad.
Su uso fue inicialmente esporádico y no fue decisivo en los resultados de las batallas, quizás debido a las dificultades técnicas encontradas en su construcción y especialmente por los costos de fabricación.
Ballesta antigua |
Grecia y China se atribuyen la invención de la ballesta, pero es probable que se haya desarrollado independientemente en ambas culturas, aunque no está claro quien empezó a utilizarla primero.
Los griegos tienen a su favor la invención de la Balista, alrededor del 400 a.C que era un arma de asedio de características muy parecidas a la Ballesta pero de tamaño mucho mayor, disparaba grandes dardos o jabalinas y era necesario que la manejaran entre varios hombres.
Se montaba principalmente en los asedios pero era difícil cambiarla de sitio, algunas tenían ruedas y por tanto eran mucho más fáciles de maniobrar para cambiar de blanco.
En un principio la Balista griega disparaba piedras esféricas, y más tarde pasaron a los dardos.
Imagen de una Balista griega
Respecto a China, existen hallazgos arqueológicos de mecanismos parecidos a las ballestas hechos de bronce y producidos alrededor del año 200 a.C. y documentos escritos chinos que describen el uso de las ballestas en las batallas alrededor del 341 a.C